(tomado de la obra "Certificato di Nascita")
LUCÍA: Buenas, que desea
MARCELO: Buenas tardes, busco a la señora Chiara Sangroni
LUCÍA: Ella no está, no vive aquí
MARCELO: Yo sé, pero me dijo que ésta era la casa de su madre y que nos viéramos aquí
LUCÍA: ¿Pero usted quién es?
MARCELO: Marcelo Staffato, abogado
LUCÍA: (con desprecio) Ah, ya…
MARCELO: ¿Puedo pasar?
LUCÍA: La verdad es que no, fíjese estoy esperando a mi madre porque tengo que hablar con ella en privado. De hecho pensé que usted era ella, siempre olvida las llaves y tiene que tocar para que le abra
MARCELO: Bueno pero si me permite pasar, esperamos juntos, usted a su madre y yo a la señora Chiara.
LUCÍA: La señora Chiara es mi tía, y no me dijo nada que usted venía
MARCELO: Pues no sé qué decirle pero yo debo esperarla. No tengo más nada que hacer. ¿Me invita un café?
LUCÍA: No tomo café
MARCELO: No estoy diciendo que lo tome, sino que me lo invite.
LUCÍA: Hago un café horrible
MARCELO: Debe ser por eso que no lo toma. Yo hago unos muy buenos, si me permite puedo hacernos café a los dos, verá que luego si le gustará tomar café.
LUCÍA: Disculpe, como le dije, tengo que esperar a mi madre para hablar algo urgente con ella y estoy un poco nerviosa, así que necesito estar sola un rato antes de que ella llegue
MARCELO: A ver… señorita…
LUCÍA: Lucía, Lucía Sangroni.
MARCELO: ¡Ah! Así que usted es Lucía
LUCÍA: ¿Eso qué quiere decir?
MARCELO: Nada... Solo que su tía me ha hablado de usted
LUCÍA: ¿Y qué le ha dicho?
MARCELO: Pues que es una persona muy…. apasionada... por la justicia
LUCÍA: Solo quiero que las cosas se hagan como deben hacerse
MARCELO: Hacer lo correcto ¿no?
LUCÍA: Si
MARCELO: Pues lo correcto para mí puede que no sea lo correcto para usted
LUCÍA: Lo correcto es lo correcto, lo demás es hipocresía
MARCELO: Puede que tenga razón… a mí me pasa a veces creer estar haciendo lo correcto, pero en el fondo sentir que no lo es.
LUCÍA: A eso le llaman conciencia. Es raro encontrarla, especialmente en alguien como usted
MARCELO. ¿Como yo?
LUCÍA: Un abogado, me refiero
MARCELO: ¡Ah!, pues si, algunos tenemos mala fama
LUCÍA: ¿Tenemos?, ¿se incluye a usted?
MARCELO: Nos incluyo a todos
LUCÍA: Yo no estoy de acuerdo con que lo hayan llamado a usted
MARCELO: Si, ya me he dado cuenta
LUCÍA: Creo que es un gasto innecesario, esto es algo que se puede resolver en la familia
MARCELO: Creo que la familia esta sobrevalorada
LUCÍA: No le comprendo
MARCELO: Uno siempre tiene la idea de que la familia es un soporte, un apoyo. Y claro que lo es, cuando tienes dinero y estabilidad. Ahí es cuando todos te quieren, pero deja que estés arruinado a ver si te van a tender la mano.
LUCÍA: Me parece que usted habla desde su experiencia personal. No todas las familias son así.
MARCELO: Ah por supuesto que no. Son… como la suya ¿no?
LUCÍA: Exactamente
MARCELO: ¿Por eso es que están buscando un abogado?
LUCÍA: No estamos buscando un abogado
MARCELO: ¿Y qué es lo que hago aquí entonces?
LUCÍA: Es lo que traté de decirle antes. Yo no estoy de acuerdo con que usted se meta en nuestros asuntos.
MARCELO: Si yo vine es porque me llamaron
LUCÍA: Si claro, usted no tiene ningún interés
MARCELO: Claro que lo tengo. El mismo interés que todos tenemos. Ganar dinero
LUCÍA: Si cree que va a sacar una tajada de este asunto está muy equivocado
MARCELO: Sólo haré mi trabajo y recibiré lo que me toca
LUCÍA: Que por mí sería nada
MARCELO: Afortunadamente para mí, usted no es la que decide
LUCÍA: Creo que lo mejor es que se vaya
MARCELO: Disculpe si la he molestado. Si me permite, empezamos de nuevo
LUCÍA: No se moleste
MARCELO: No, no es molestia. Además de verdad me apetece tomar café, quizá eso nos haga conversar de otra manera. Las diferencias se suavizan con un café de por medio.
LUCÍA: Vaya que usted en insistente
MARCELO: Cosas de la profesión
LUCÍA: Lamento no poder complacerlo
MARCELO: No sea mentirosa
LUCÍA: ¿Perdón?
MARCELO: Que me dice que lo lamenta, y eso no es cierto.
LUCÍA: Es verdad no lo lamento. Lo que si lamento es que no se vaya y me deje en paz
MARCELO: ¿Usted siempre es tan amable? ¿No le enseñaron que cuando llega visita hay que atenderla bien?
LUCÍA: Si. Pero cuando la visita es deseada.
MARCELO: Mire, yo no quiero tener problemas con nadie. Tengo una cita con un cliente y debo cumplirla. Por favor permítame pasar a esperar a su tía. Si no quiere hablarme está bien, pero la verdad es que no tengo otra cosa que hacer.
LUCÍA: Para ser un abogado tiene bastante tiempo libre
MARCELO: Ahora solo tengo este caso. He pasado por una situación difícil y…
LUCÍA: No se excuse conmigo, no hace falta. Además no me interesa.
MARCELO: Entonces… no me va a dejar pasar
LUCÍA: Tengo una mejor idea. Mire en la esquina queda una cafetería. Ahí puede tomarse un café y esperar a mi tía. Tiene mesitas y todo. Cuando ella llegue yo le digo que lo busque allí. ¿Le parece?
MARCELO: Sólo si usted me acompaña
(LUCÍA se le queda viendo, y le cierra la puerta en la cara)
Comments