Myriam ha decidido volver a estudiar. Después de mucho tiempo de pensarlo, finalmente se ha decidido a estudiar algo que muchas veces dejó de lado porque no era considerado importante para su familia, pero que ella siempre había querido. Ésta vez lo haría por puro placer.
Pero a parte del reproche familiar Myriam dudaba si volver o no a clases porque tendría que volver a hacer trabajos en grupo y eso no le traía bueno recuerdos. "¡Qué pesados!" pensaba "¡volver a soportar a la gente y sus cosas!" Myriam no lo acepta muy bien pero resulta que es una perfeccionista de manual, nada de lo que hacían los demás le parecía bien, hace un tiempo decidió renunciar a su trabajo en una empresa y trabajar por cuenta propia, sin jefes ni compañeros de trabajo. Eso también le trae una sobrecarga de trabajo que ha gestionado subcontratando, aunque nunca está contenta con el resultado.
Cuando nos relacionamos con otras personas, en el trabajo o en la vida personal muchas veces pueden existir “ruidos” que no nos permiten sentirnos cómodos. Contrario a lo que pueda creerse, esos ruiditos vienen de nuestro interior. Son las voces que nos dicen cosas como: “nadie hace el trabajo tan bien como yo”, “todos son irresponsables”, “Todos amargados“, “el problema del otro no es mi problema”, etc.
En un grupo, donde cada persona puede pensar y sentir distinto a otra, es necesario tener en cuenta que las cosas no son sólo como “yo las veo”, sino que cada uno tiene una forma de percibir el mundo, condicionada por sus experiencias y aprendizajes.
Cada una de estas personas cumple un rol fundamental en el grupo, incluso cuando no lo creamos así. Cada uno tiene un rol determinado e identificarlo puede hacer que podamos comprenderlo y accionar de otra manera cuando estamos trabajando o haciendo alguna actividad grupal.
Existen varios roles que podemos interpretar, #JuliaCameron en El camino del artista en acción nos da una idea, hoy comentaré tres:
El Héroe-Dictador: como héroe es eficiente y eficaz, puntual, responsable, desinteresado y alegre. Y por otro lado como dictador es exigente, controlador, implacable ante las fallas, rígido y autoritario.
El Bufón-Payaso: El Bufón dice lo que nadie se atreve, puede disolver tensiones con humor inteligente, sin embargo como payaso tiende a ocultar las debilidades propias y las del grupo, supone una distracción y debilita el rendimiento
El espejo- Chivo expiatorio: Como espejo refleja al equipo tal como es incluso aquello que no quiere ver, es un cable a tierra para el grupo. Como chivo expiatorio carga con las culpas de los fracasos y errores cometidos por el grupo, a veces la culpa es incluso autoimpuesta.
¿Puedes identificar a alguno de éstos roles en tu grupo?
¿Quizá te identificas a ti misma?
Puede que no te resulte fácil hacerlo a la primera, pero vale la pena intentarlo, te dará capacidad de entender al grupo y entender los roles que están en juego, incluso el tuyo, y poder cambiar de actitud.
De hecho, empieza por ti, trata de realizar un ejercicio de auto observación que te permita tener conciencia de cómo eres en tus relaciones profesionales y personales, quizá encuentres coincidencias, solemos tener una sola máscara que vamos matizando según el entorno y al darnos cuenta de ella podemos aceptarla o cambiarla.
Si no te identificas con ninguno de éstos roles, no te preocupes, en un próximo post comentaré sobre otros roles que Julia nos explica en su libro.
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